sábado, 11 de agosto de 2012

Viaje


Al fin llegó el dia. 09 de Mayo del 2012
Primer dia de vacaciones y habia que madrugar un poquito (7:00h), pero el madrugón valía la pena.
Quedamos en la estación, algunos con mas puntualidad que otros. Por eso quedamos con tiempo por si habia cualquier imprevisto. Una vez reunidos los tres integrantes, hacemos un check-list rápido y comprobación de la documentación básica (pasaportes, papeles de la agencia, dinero, ...) y compramos el billete del tren.
Viaje hasta Sants. Tiempo suficiente para vernos “las pintas de guiri con los maletones” y empezar a creernos lo que estamos haciendo. Las risas son inevitables, así como los nervios al estar cada vez mas cerca del destino. Hacemos trasbordo en el bus de Sants hasta el aeropuerto. Gracias a la agilidad de uno de los integrantes para moverse con transporte urbano por Barcelona.


Cada vez queda menos. Al fin llegamos al aeropuerto del Prat. Terminal 1. Buscamos la zona de la compañía aerea para facturar la maleta. Momento para volver a repasar el aspecto de las maletas, flejarlas y apostar por el peso de cada una. Al final, facturamos todo sin problemas y nos despedimos de las maletas hasta Punta Cana.
Buscamos la puerta de embarque y aprovechamos para tomar un desayuno y felicitar al integrante que justo ese dia era su cumpleaños. Que mejor que celebrarlo con un señor viaje.


Llegó el momento de coger el primer avion. Escala Barcelona-Madrid. Era mi segundo viaje en avion – el primero fue a Ibiza el verano pasado -. Me dió menos impresión ya que no era tanta novedad, todo y que me preocupaba un poco coger tantos aviones sin apenas experiencia. El viaje pasó rápido y rápidamente estabamos en la capital.
La primera vez que estaba en Madrid. Al tener 4 horas hasta que salía el vuelo definitivo, aprovechamos para comer con tranquilidad, echar unas partidas a las cartas, aventurarnos a que pasaría y despedirnos de familiares y amigos.
No sin antes, acordarnos de comprar Fortasec y tener que salir y entrar en la Terminal para localizar la farmacia y volver a pasar todos los controles, a falta de pocos minutos para que se abriese la puerta de embarque rumbo a Punta Cana. Al fin, a las 16:00 se abrió la puerta para entrar en el avión...

Enseñamos pasaportes y papeles de embarque y nos adentramos hacia el tunel de acceso. Localizamos nuestros asientos y nos distribuimos. Dos en lado derecho y el otro en el pasillo central. Los asientos bastante pequeños para mi, incómodos ya que no podia estirar las piernas y tocaba el asiento de adelante con las rodillas. Se avecina viaje largo y pesado.
Arrancan los motores y despegamos. Se nota que es un avion mas grande, mas potente y que va a ir mas lejos. El despegue impresiona un poco. Mas largo que en los vuelos anteriores. Por fin el avion gana estabilidad horizontal y se calma el ambiente. Empieza la tortura. El intentar hacer que pase todo rapido pero parecer que todo pasa mas lento que nunca. Se nota que no estoy acostumbrado a estos viajes. Incomodidad por no poder dormir, por no poder estirar las piernas, moverme, ... y ver como los demas si pueden.

Pasan las horas y todo igual. Ni intentando ver la película que daban ni intentando cerrar lso ojos. No habia manera. Lo tenia asumido, sería un viaje tortura hasta que no llegasemos.


A 45min aprox. De aterrizar, el avión empezó a descender. Ahí fue el peor momento. Al cansancio fisico y mental de todo el viaje, se empezó a sumar un dolor fortisimo en los oidos conforme ibamos perdiendo altura. Algo normal y de lo que me avisaron, pero fue horrible. El dolor no desapareció hasta aterrizar del todo. Momento en el cual el comandante nos dio la bienvenida a Punta Cana y donde nos recibia un ambiente de 27º a las 22:00h! Con esa alegria contagiada de los viajantes tomamos tierra y al fin pisamos tierra firme.

Nos dirijimos a las cabañas al aeropuerto de Punta Cana. Donde te ambientaban con musica ritmosa y sabrosona, para recordarte donde estabas.
Tras rellenar los papeles de entrada al pais y pagar el peaje de 10$ , llegó el momento de recoger las maletas. Siempre está la preocupación de que se haya perdido, robado, abierto, ... que desaparece cuando ves aparecer las 3 maletas nuestras. Bien!
Otra cosa que te das cuenta que estas en otro sitio, es que enseguida se ofrecen a llevarte las maletas sin tu pedirlo. Aunque luego te piden propina, resuelta con 1$ por maleta.

Ya estamos alli! Nos reunen por agencia y nos espera un bus. Nuestro tour operador se nota que es autentico. Mulato, chisposo y ligón de buenas a primera. Tras una breve presentación, nos invita a subir al bus y nos emplaza al día siguiente a una reunión donde nos explicaría todo en detalle de la estancia y viaje .
Arranca el bus. Con la música dominicana a todo volumen. Va dando una ruta por los diferentes complejos turísticos, y bajándose en cada parada varias personas. Es oscuro y poco se ve del camino y alrededores a través del cristal. Al fin anuncian nuestra agencia y vemos el rótulo de Gran Palladium. El bus se aproxima a una recepción enorme. Se detiene. Bajamos de él y buscamos nuestras maletas. Ahora sí, ¡ya hemos llegado!



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